En plena Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII dispuso al mundo entero a la protección especial de la Madre de nuestro Salvador, consagrándolo a su Inmaculado Corazón, y en 1944 decretó que en el futuro la Iglesia entera debería celebrar la fiesta del Inmaculado Corazón de María.

La Fiesta del Inmaculado Corazón de María es un nombre devocional que se utiliza para referirse a la vida interior de la Santísima Virgen María, sus alegrías y sufrimiento, sus virtudes y perfecciones ocultas pero, sobre todo, su amor puro por Dios Padre, su amor materno por su hijo Jesús, y su amor compasivo por todas las personas. La veneración del Inmaculado Corazón de María coincide generalmente con la adoración del Sagrado Corazón de Jesús.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús se dedica especialmente al “Corazón Divino”, rebosante de amor por la humanidad. En cambio, la devoción al Inmaculado Corazón de María se basa en el amor de su Inmaculado Corazón por Jesús y por Dios. El Día de Fiesta es el 12 de junio.

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